Prácticamente todos los días el tema del impuesto a las ganancias para quien trabaja en relación de dependencia, conocido como 4ta. categoría, está en la agenda de políticos y sindicalistas. Y está presente también, mes tras mes, en el recibo de sueldo de los empleados que ven mermados sus ingresos a causa de la falta de actualización de las escalas, que son las mismas de 2001. Esta semana Noemí Rial, viceministra de Trabajo, dijo que a fines de junio o principios de julio se iba a actualizar el tope a partir del cual se paga Ganancias, pero rápidamente fue desmentida por voceros de ese ministerio.

Hoy el mínimo no imponible es de $ 5782 neto para los solteros y en el caso de los casados con dos hijos, a partir de un neto de $ 7998.”Al no modificarse el mínimo no imponible, cada vez más trabajadores, cuando les aumentan el sueldo, deben compartir ese logro con la AFIP”, dice Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía, de la Universidad de Belgrano.

“Hasta se dan casos en los que la mayor parte del aumento salarial va a parar a las arcas del Estado. Así, pronto, en términos reales, el aumento se diluye.” Cambió el target de quienes tributan Ganancias. Si hace unos años era un impuesto destinado a los asalariados de nivel gerencial, “hoy, con los niveles de salarios que se manejan por paritarias se trata de un impuesto a los ingresos personales, no de un impuesto a las ganancias.”

El tributarista Alfredo Lamagrande, autor de Ley de Impuesto a las ganancias comentada explica que la ley de impuesto a las ganancias (20628), de 1974, viene de la antigua ley del impuesto a los réditos, de 1931. “La ley 20628 sufrió muchísimas modificaciones, entre ellas la última, la 26731, del 28 de diciembre de 2011. Allí se incrementa el valor de las deducciones (previstas en el artículo 23 de la ley) en un 20 por ciento. Pero, dada la inflación, se hace necesaria una adecuación de estos números a la par de los aumentos. Para empezar, entre un 20 y un 30%, que es lo que están pidiendo los gremios. Digamos que hoy, si hay un aumento de 2000 pesos, 800 van a parar a los impuestos”.

Un informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra), de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), demuestra que entre 2001 y 2008 el mínimo no imponible para los asalariados registrados se incrementó más que el costo de vida y casi igual a las remuneraciones. Pero el problema está entre 2008 y 2011. Mientras que el salario nominal se incrementó en un 96% y el Indice de Precios al Consumidor un 75%, el mínimo no imponible subió sólo un 44%.

Según Edelstein, similar actualización por el Indice de Precios Mayoristas se prevía para los tramos de la escala, que es lo que determina cuánto se debe pagar después de las deducciones. Esta escala va del 9% al 35%, según el salario. La alícuota máxima se aplica sobre los ingresos netos que excedan los $ 120.000 anuales, una cifra que no cambió desde 2001. “En 2001, un trabajador que tenía ganancias netas anuales superiores a los 120.000 pesos debía pagar el 35% sobre el excedente, es decir, el nivel máximo o tasa marginal del gravamen. Hasta 2011 se mantuvo esta cifra, cuando, en realidad, si se hubiera ajustado por el Indice de Precios Mayoristas, tendría que pagarse el 35% recién a partir de los $ 485.000 anuales de ganancia neta aproximadamente.” “Pero en la era Menem-Cavallo se suspendieron las actualizaciones ya que estábamos en el 1 a 1 y esto no se revirtió”, afirma Edelstein.

“Hoy, un soltero con un sueldo neto superior a los 15.000 pesos por mes paga el máximo de ganancias, es decir, el 35%”, dice Edelstein. En 2001, comenzaba a pagar el máximo a partir de una suma cercana a los 10. 600 pesos, que eran también dólares.

Por otra parte, el doctor Horacio Ziccardi, profesor de Teoría y Técnica de Impuestos II, de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, dice: “No puedo más que criticar rotundamente este atraso en el mínimo no imponible y en las escalas de ganancias. Hay un desfasaje absoluto. La escala ha quedado a un nivel tal que cualquiera llega a los máximos escalones, cuando antes llegaban los sueldos más altos. Si pensamos que no se ha modificado en 10 años, eso da la idea del ajuste que debería tener por inflación. Por lo menos multiplicarla por cuatro.

“Es un deterioro total en el ingreso del contribuyente, un perjuicio serio. Además, si le agregamos bienes personales, un impuesto que es complementario de ganancias, la situación se agrava más todavía. No recuerdo en mis 45 años de profesión otro momento con tal estancamiento de las escalas”.

CON ATRASO

Mínimo no imponible: Mientras que el salario de 2008 a 2011 se incrementó en un 96%,6, el mínimo a partir del cual se paga Ganancias subió sólo el 44%. Para que recupere los valores de 2008, debería actualizarse en un 22,2 %, según la CTA.

Escalas: No se modifican desde el 1 a 1, en 2001. Por eso cada vez más trabajadores llegan a pagar el máximo, que es el 35%.

Fuente: La Nación

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